miércoles, 28 de agosto de 2013

Intocable



No esperaba un thriller de acción con disparos y Cadillac de los años cincuenta, aunque el título de la película “Intouchables” parecía referirse a un largometraje de gánsters.
La película está ambientada en París donde un señor de alta alcurnia y tetrapléjico necesita los cuidados de alguien que debe estar las veinticuatro horas del día ayudando en lo que necesite, trabajo el cual será aceptado por un inmigrante recién salido de la cárcel. 

A primera vista parece que ambas partes no congenian bien por la diferencia de clases, y a pesar de que el ayudante, Driss, se muestra reticente a realizar ciertas tareas  eso no le impide conocer a su “protegido”, quien conserva un humor afín a su protector.
La relación se va solidificando a medida que transcurre la película y se van intercambiando acciones y gestos que a mi parecer son contradictorios a las gustos de los dos (recuerdo la escena en que el grupo de cámara deja su posición para que dejaran sonar a “Boogie Wonderland” de Earth, wind and Fire ) pero que acaban mezclándose y tomando un color agradable, ya que todos disfrutan de la aleación entre Driss y Phillippe.
Desde mi punto de vista la escena que más me emocionó fue cuando despegaron del suelo en paracaídas a ritmo de “Feeling Good” de Nina Simone: sin lugar a dudas la indiscutible unión de la voluntad de querer hacer algo por muy imposible que pareza y el hecho de estar incapacitado a caminar o correr. ¿Cuántas personas han volado sin tener piernas, atadas de por vida a una silla de ruedas? ¡No me hago a la idea de sentir lo que podría sentir Phillippe en aquel momento!
No quiero desvelar más momentos ni emociones de la película porque hay que verla, y sentir en cada instante las intenciones de cada personaje, las relaciones madre-hijo, los primeros planos que dicen sin palabras estados de ánimo y destapan la verdadera naturaleza del ser humano.
Por último quería mencionar que la banda sonora es brillante, como el arroz, nunca se pasa : Nina Simone; Ludovico Einaudi; Earth, wind and Fire y George Benson, entre otros.
Una lástima que no haya sido escrito un libro acerca de esta película, que a su vez relata una historia real.

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